jueves, 10 de septiembre de 2009

¿Qué hay detrás de un juicio humano?

¿Qué hay o qué sucede detrás de toda acción humana?

Sea personal, grupal o institucional sucede y está su situación vital (sitz im leben); toda aquella fuerza y energía humana. Ésta es movida ya por una idea o argumento persuasivo o por las circunstancias posibles. En cuanto al primer impulso, tenemos desde la ignorancia hasta la ciencia. Es decir hay quienes actúan con ideas preconcebidas buscando el bien, pensando como grupo y se respaldan en su naturaleza humana. A esta acción hay que añadir la temporalidad (pasado, presente y futuro), la urgencia y prioridad. Algo más, la única oportunidad de mistrarse como tal o tales. Frente a la otra motivación figura la sabiduría acumulada, la ciencia, el saber. Las personas ricas en cultura actúan desde su paz interior, se proyectan al bien. esa es su ciencia; pero, y aquí viene el toque: esa ciencia no es perenne, no debe juzgarse el pasado con nuestros conocimientos hoy, ni proyectarnos al futuro con los conocimientos de ayer, incluso de hoy. Cada lugar y cada situación son y serán en todo momento. La tiranía, violencia, vulgaridad, explotación, abuso, desigualdad, maltrato, etc. están presentes tanto en las culturas pre cristianas como cristianas, civilizadas como triviales. No se trata de dominio y sumisión ni de igualdad y respeto; no es nihilismo ni democracia. todo es y será como es y se presenta. Va depender todo de quien ve y juzga la realidad y de quien sufre y reclama esa realidad. Un necio lo hará desde su situación; lo mismo hará un ilustrado. Ahora bien, ¿qué hay detrás de todo este actuar? Intereses, motivaciones, ideas y no van solos. A su lado se debaten infinidades de detonantes acuciantes a la espera del medio ambiente, incluido el pasado (la memoria de....) el presente (la fuerza y la oportunidad) y le futuro (el trascender, decidir, comenzar o acabar) No solo es todo esto, porque a ello se suma la influencia externa, el apasionamiento, las pulsiones, pareceres, pesares, seducción y fascinación.
Para una mejor ilustración presentaré la figura del gran río que desemboca en el mar. ¿Qué hay detrás de ese inmenso río? Para comenzar, el río no llegó al mar por arte de magia, tuvo su proceso de crecimiento; en el camino se iba formando, riachuelo tras riachuelo, la lluvia, el deshielo, el manante, la nieve, el granizo, la evaporación... Tiene su caudal, hay partes en todo el curso del río que están pacíficas, otras un poco estrechas, invadidas por aguas contaminadas; por otro lado, el agua fluye cristalina, la misma lluvia. Su caudal aumenta en invierno, baja en verano. Lo que juzgamos o vemos es el conjunto, el detonante, y no tanto todo su proceso, y dentro de cada parte aportante hay más ramificaciones. Estamos entretejidos unos a otros. Detrás de todo esto, de nuestro actuar está lo que hicimos, pensamos, nos motiva, nos impulsa. Ese producto, ese actuar no es lo que juzgo como tal; sino que estoy juzgando todo su proceso. Y como es demasiado, entonces, no juzgo con imparcialidad, o mejor dicho, no abarco las causas, ya que lo subjetivo subyace a lo objetivo. ¿Qué hay -entonces- detrás de todo nuestro actuar? Una experiencia, un recorrido por analizar y ¿cómo se sostiene? en la misma vida, en la tierra, en la propia naturaleza.
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La luz de la fe posee un poder de unificación más grande que el de la razón humana.
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El problema no está en caminar, sino en qué hacer cuando se llega.
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Nadie peca en aquello que no puede evitar
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Gracias a Dios el mundo se está secularizando, está tomando conciencia

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