ESTRÉS ESTUDIANTIL
Como profesor que soy, observo
detenidamente que a los padres de familia se les informa, en las reuniones o
entrevistas escolares, que los estudiantes (sus hijos) estaban sobrecargados y
estresados debido a tanto trabajo y demasiadas exigencias. La salud del alumno
es una preocupación creciente porque en un 20% muestran un cuadro severo o
moderado sobre síntomas de depresión, y en gran escala sufren de ansiedad (45%).
Sucede que las horas de tarea, entrenamientos deportivos diarios, ensayos
musicales, talleres diversos de extensión curricular, deberes de fin de semana,
torneos, algún idioma en especial son debilitantes.
Al conversar con varios padres de
familia y, sobre todo, con los mismos alumnos, concluyo que este impulso por el
éxito está erosionando la salud mental de los adolescentes y jóvenes y, de este
modo, minan su potencial. De hecho, la educación moderna –positivista- está enfermando
a los estudiantes. Los médicos y psicopedagogos con mayor frecuencia ven a
niños(as) de primaria sufriendo de migrañas y úlceras.
En algunos casos, el esfuerzo
temprano puede producir un prodigio como un niño(a) que aprende a leer a los 4 años de edad, toca algún instrumento musical
a los 7, domina las matemáticas a los 10 y habla idiomas extranjeros a los 13;
empero, rara vez éstos se convierten en
adultos genios. El detalle de todo este sistema educativo “exigente” está en
que los alumnos no llegan a ser originales, es decir, son lo que sus padres o
la sociedad piden que sean, pero no se preguntan si eso quieren ellos. Los
ejemplos más claros los tenemos en la biografía de los grandes genios del mundo
científico, artístico, deportivo, etc., que de niños, la gran mayoría de ellos,
rompió con los esquemas exigentes del sistema, y se apartaron de ellos, siendo
considerados “rebeldes”, pero más tarde son los grandes genios. Sabemos que la
práctica hace al maestro, pero no hace a la novedad. Como dijo muy bien Steve
Job: “Si quieres ser diferente de los
demás, haz algo diferente desde ya, porque si haces lo mismo que todos,
entonces serás uno más de lo mismo. Revoluciona”.
En mis entrevistas con los padres
de familia termino exhortándoles con lo siguiente: “Si quieres que tu hijo
aporte ideas originales al mundo, necesitas dejarlo seguir sus pasiones, no las
tuyas. Ah, pero eso sí, orienta sus motivaciones”.
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